Llegará el día, cuando, habiendo visto el reflejo en el espejo,
Sonreirás a él.
Llegará el día, cuando tu corazón se esconderá más a menudo
Al sonido de tus pasos cerca de tu umbral.
Invita a sí mismo en la casa. Agasaja a sí mismo con el vino. Tiende a si mismo el pan. Devuelve se él el corazón.
Acéptase de nuevo este desconocido conocido,
Traicionado ti,
Que quería ti toda tu vida que se ha cansado de tu indiferencia.
Arregla de las baldas los retratos ajenos, los billetes amorosos, los versos desesperados
Arranca del espejo el reflejo.
Se sienta por la mesa. Banquetea y celebra. Celébrase. Celebra la vida.
¿Sabes que tal soledad?
Cuando la melancolía y el dolor en tu alma.
Cuando ligeramente por la mano apetece tocar,
Pero no hay nadie a quien dar el amor ya.
¿Sabes como del dolor lloran las duchas?
No, incluso no lloran, y gritan...
Cuando todo el mundo en los corazones es destruido ya.
No existe al amor de la vía ya atrás.
No, no sabes que tal
La soledad,
Y no lo te dejes conocer Diós.
Cuando crees hasta en aquella profecía,
Cuando serás por el amor
Es crucificado.