Trabajar como articulista de contenidos: habilidades y consejos |
Trabajar como articulista de contenidos es una cosa que semeja estar al alcance de todo el planeta pero ser un buen articulista de textos requiere de ciertas habilidades.
Es más, me atrevo a decir que no solo se requiere tener una serie de habilidades, sino más bien también tener clarísimo qué fallos dañan seriamente a la creación de contenidos.
Encima, la era digital no ha hecho más que acuciar el por sí serio problema del intrusismo en el mercado de los escritores de contenidos.
Tampoco podemos obviar el hecho de que algunas empresas venden el falso mensaje de que contratando redactores (con o sin experiencia) a bajo costo (muy bajo costo) son capaces de asegurar que sus clientes del servicio obtendrán un retorno de los contenidos que les entregan.
Como podrás imaginar, solamente lejos de la realidad, sobre todo, en un instante en el que el marketing de contenidos se encara a una pandemia de exceso de producción de contenidos mediocres y Google está al tanto de ello.
Publicar a como dé sitio no es la solución, crear contenidos de calidad es la única vía para que nuestros clientes tengan resultados y para que sigan confiando en nuestro trabajo.
Antes de entrar a especificar los errores que se deben evitar y ver una serie de consejos de redacción y creación de contenidos, vamos a hacer un pequeño alto para analizar la figura del profesional encargado de la redacción de contenidos.
Ser redactor de contenidos va más allá de ser un simple escritor, de hecho, implica tanto comprender los fundamentos de la escritura como ser capaz de aplicarlos a los objetivos específicos de cada marca.
Un buen redactor de contenidos es aquél que sabe crear piezas que consiguen resultados y estos resultados serán diferentes en cada momento, para cada cliente del servicio y para cada uno de los objetivos o bien estrategias que estén en marcha.
Dicho lo anterior, es obvio que la primera habilidad para trabajar como articulista de contenidos va a ser contar con una base mínima de conocimientos de escritura pero, ¿qué más hace falta?
Vamos a listar las habilidades más destacables de este profesional.
Entramos en detalles…
Parece obvio, ya lo hemos comentado mas un buen redactor necesita saber redactar y hacer copywriting de manera que destaque.
Aquí no vale solo con redactar sin errores gramaticales o de ortografía, sino que se necesita trasmitir calidad de forma que los textos sobresalgan de entre otros muchos tantos que pueden estar abordando la misma temática.
El tono del texto, las pausas, las llamadas a la acción empleadas, el tempo o la longitud de palabras y frases (entre otros muchos), van a ser aspectos que se deberán tener en consideración y administrar con total fluidez.
Y esta fluidez es evidentemente fruto de un conocimiento experto, por eso es considerado como un factor determinante para trabajar como redactor de contenidos.
Hay una escena en la película “Memorias de África” que me viene como anillo al dedo para explicar esto.
En la escena a la que me refiero, una sublime Karen Blixen (Meryl Streep) encandilaba a Denys Finch Hatton (Robert Redford) y a Berkeley Cole (Michael Kitchen) con un relato no escrito de una historia inventada en ese momento.
Desde el principio al fin se iba tejiendo como lona de araña una historia en la que los 2 caballeros quedaban inequívocamente atrapados.
Y es que Karen con su relato conseguía mantener a su audiencia en un nivel de atención que no aceptaba interrupciones, en el que ambos galanes se rendían cautivados ante el buen hacer narrativo que iba desde el principio para ir dando forma a la trama y acabar con un desenlace a la altura de una soberbia historia.
Pues bien, esto mismo mas en formato texto es lo que un articulista de contenidos profesional ha de saber hacer maravillosamente.
Y exactamente esto, es lo que marca la diferencia entre un buen articulista y uno mediocre.
El tema, el ritmo de exposición e incluso algún toque divertido pueden servir de acicate para mantener la atención o, por contra, para hacer que esta se diluya como un cubito de hielo en el desierto.
En este sentido, hay una técnica que no se utiliza todo lo que se debería y es humanizar los textos.
Los lectores que reciben nuestros textos quieren apreciar que les escribe alguien de carne y hueso, alguien capaz de empatizar porque es tan real como lo son .
¿Deseamos que nuestros lectores se sientan atraídos?
Pues entonces nos toca trabajar duro a fin de que entiendan lo que escribimos de manera que se “comprometan” a continuar leyendo.
Tal y como hacía Meryl Streep, es recomendable leer los textos en voz alta una vez escritos para advertir de qué forma suenan y revisar que el ritmo está de manera perfecta alineado con la idea que queremos trasmitir en todos y cada instante de nuestro contenido.
Lo he mentado de pasada en el punto anterior mas, en ocasiones, poner una gotas de humor en lo que estamos contando puede ser ese matiz diferente que despierte el interés del lector.
Usar el humor como punto de inflexión con la audiencia puede ser un punto ganador.
Crear contenidos extensos y que garanticen un desarrollo completo de la temática que se trata es una cosa que debemos hacer mas ojo, esto no implica que no podamos combinarlo con piezas más ligeras y que jueguen con el ingenio para mostrarse diferentes e irresistiblemente atractivas.
Para agregar esta dosis de ingenio el redactor de contenidos tiene una serie de muletillas en las que apoyarse: un poco de humor, una referencia o bien cita de interés, aun una imagen o un gif pueden aliñar el contenido enriqueciéndolo tanto como se necesita.
Para impactar en la audiencia a través de la escritura hay que buscar elementos de impacto y el humor sin duda lo es.
Para muestra un botón, mira de qué manera lo hacen los chicos de La tira de Marketing en su blog con un tema tan serio como es el Marketing de Contenidos aplicado al embudo de ventas: .
Y practican lo mismo cuando escriben para terceros, mira de qué manera han convertido un tema supuestamente serio en una historia divertida en el weblog en español de : .
Para ser escritor hay que ser estudioso y documentalista, ¿por qué?
Pues por el hecho de que ya hay demasiados contenidos ofreciendo datos imprecisos o desfasados por ahí.
Seguro que si te dedicas a esto del marketing de contenidos sabes de lo que hablo, es más me expongo a asegurar que conforme has leído lo anterior has asentido con la cabeza.
¿Me confundo?
Si lo que queremos es que el público identifique nuestros contenidos con un 100 por cien de datos fiables que nos aporten verosimilitud, tendremos que esmerarnos en ofrecer datos verdaderos y actuales de lo que estamos hablando.
Si no nos preocupamos por cuidar este aspecto estaremos contribuyendo a crear más de que la que actualmente hay.
De hecho, una publicación con datos imprecisos o trasnochados puede impactar negativamente en nuestra imagen de marca y en nuestra verosimilitud.
Escribir no es el primer peldaño de la escalera de creación de contenido, antes de llegar a ese escalón es preciso haber pasado por los dos escalones anteriores de investigación y documentación.
Saltarte estos dos escalones puede provocar que pierdas el equilibrio y que tu contenido se tambalee.
Hemos de reconocer que el posicionamiento SEO ha cambiado mucho en los últimos tiempos.
¿Significa esto que ya no marcha optimizar los contenidos para los motores de búsqueda?
Evidentemente, la contestación es no.
Un articulista de contenidos (digitales en un caso así) ha de saber amoldarse a esas nuevas técnicas posicionamiento web en buscadores que le ayudarán a dar mayor visibilidad a sus publicaciones de forma que posicione en los primeros puestos de la SERP.
Así, saber seleccionar correctamente las palabras clave que incluirá en los textos digitales que cree y aplicar el posicionamiento web en títulos, subtítulos, encabezados, cuerpo del texto o metadescripciones es una cosa que este profesional ha de saber hacer con los ojos cerrados.
Pero no todo es posicionamiento web, también va a deber saber localizar el perfecto equilibrio para que el posicionamiento web en buscadores no sea FEO.
Se trata de posicionar las publicaciones mas sin sacrificar por ello la calidad del texto en sí.
La primera pregunta que todo articulista de contenidos debe hacerse es: ¿para quién escribo?
Si su contestación es: “para todo el mundo”, entonces tiene un grave problema.
Saber para quién y por qué se escribe un texto es un punto clave en la redacción de contenidos.
Aspectos como la demografía, la edad, el sexo, los intereses o los gustos han de ser tenidos en cuenta a la hora de escribir cualquier pieza.
Las redes sociales nos ofrecen una genial forma de investigar a nuestro público objetivo y cómo se comporta, aparte de con qué temáticas muestra más afinidad.
Herramientas como Google Analytics asimismo pueden asistir al articulista a advertir los contenidos más relevantes para sus lectores.
Cada día asistimos al nacimiento de una técnica nueva, una nueva plataforma o bien una nueva herramienta que influye de manera directa en nuestro trabajo de redacción de contenidos.
Mantenerse al día de todas estas novedades es impensable pero esto no es obstáculo para que por lo menos el redactor de contenidos se moleste en estar tan actualizado como su saturada jornada de trabajo le deje.
Una táctica que como aplico en agencia influencers en cribar cuáles de estas novedades son verdaderamente valiosas para mi trabajo y qué tendencias son aplazables o directamente no me aportan lo bastante.
Estar actualizado en todo lo relacionado con la redacción de contenidos implica ponerlo en práctica.
Por lo que además de informarnos sobre tendencias y novedades vamos a deber dedicar tiempo en que no sean solo teoría.
Salir de la zona de confort de la creación de contenidos es, más que recomendable, preciso pero siempre y cuando el tiempo que le dediquemos a ello signifique beneficios palpables en nuestros textos.
En el punto seis ya te adelantaba que el conocimiento y dominio de las redes sociales es un plus a la hora de conocer al público objetivo al que nos enfocamos cuando escribimos.
Y conocerlos lleva asociado que nos darán pistas de aquellos temas que más les resultan de interés y que podemos aprovechar.
Además de lo precedente, dominar las redes sociales nos puede servir para hacer una investigación de nuestros principales competidores y de los contenidos que están publicando.
Ver sus contenidos digitales de nuevo nos aporta un extra de información sobre temáticas que tratar o bien problemas de nuestra audiencia que quizá desconozcamos.
Un buen redactor digital sabrá aprovechar las ocasiones que las redes sociales ofrecen en lo que se refiere a información sobre contenidos para barrer para casa y sacarle el máximo provecho a aquellos contenidos que está demostrado que marchan.
Así mismo, manejarse en redes sociales le va a dar una visibilidad al publicar contenidos que le respalden como un genial profesional en su sector.
Nuevamente se trata de resaltar vía contenidos entre la gran multitud de articulistas ya existente.
¿Y qué mejor escaparate que Social Media?
Además de las habilidades anteriores para trabajar como articulista de contenidos no está de sobra proseguir los próximos consejos:
¿Quieres verlos más a detalle?
Vamos con ello.
Tal y como afirmó Leonardo Da Vinci: “La simplicidad es la máxima sofistificación”.
Por eso, un articulista debe ser sofisticadamente sencillo, cosa que no es moco de pavo, lo acepto mas que sí es posible.
Máxime cuando estamos presentando un producto o un servicio debemos buscar que el lector entienda todo cuanto ofrecemos.
Aplica aquello de que trates el tema que trates hasta un niño de primaria comprenda lo que estás diciendo.
Ten presente como redactor que debes batallar contra el tiempo pues ya hay demasiados contenidos ahí fuera por lo que facilitar la lectura y la comprensión de lo que cuentas puede marcar la diferencia entre que el lector acabe tu texto o que se vaya a otro sitio.
Y recuerda que transmitir de forma veloz, clara y precisa las bondades de nuestro producto puede verse retribuido con un mayor volumen de ventas.
Ya nos ha quedado claro que debemos ser claros y sucintos mas no es suficiente con esto.
Además, nuestros textos deberán contar con una estructura y un orden, y para esto, ¿qué mejor que efectuar borradores previos?
En ellos, podemos apuntar las ideas principales y ordenarlas óptimamente a fin de que el lector vaya avanzando de una a otra, de forma que haya un hilo conductor y el contenido no se muestre como un batiburrillo de ideas sin orden ni concierto.
La siguiente es una estructura guía posible basada en 4 puntos clave:
1.- El protagonista.
2.- El inconveniente.
3.- crear web .
4.- La solución.
Una vez que contemos con estos puntos de partida, el próximo trabajo del redactor será desarrollarlos teniendo en cuenta los objetivos finales que se buscan.
Este punto no es aplicable, evidentemente, a articulistas autónomo que trabajan por su cuenta de forma independiente y no son parte de un equipo de trabajo integrado en un departamento de marketing de contenidos.
Si eres parte de un equipo de contenidos, desde el diseñador hasta la persona encargada de las relaciones públicas, todos podrán contribuir en el aporte de ideas que te asistan como redactor en la creación de diferentes piezas.
Coordinar los textos con las imágenes o bien repartir los contenidos mediante los canales más efectivos es una labor de equipo que busca la excelencia y que suma puntos a la hora de lograr un mayor y mejor retorno.
Hay momentos en que para ver la redacción de un contenido con más perspectiva se hace necesario levantarse de la mesa y realizar acciones absolutamente rutinarias que nos asistan a pensar más productivamente en el posible desarrollo de la temática que tenemos entre manos.
De esta forma, activamos nuestro subconsciente a fin de que nos asista a juntar las piezas del puzzle de contenido que tenemos que hacer.
Incluso nos pueden servir para advertir puntos de conexión que quizá se nos hayan escapado de forma consciente.
A veces la lógica y la razón no son buenas compañeras de la creatividad y debemos prescindir de ellas y tirar de subconsciente para unir la red de ideas interconectadas que se nos está escapando.
Por ejemplo, salir a pasear, algo totalmente mundano mas extraño a la tarea asociada al trabajo de redacción puede ser una fuente de inspiración para conectar los puntos que ya tenemos en la mente de forma que nuestro proceso de escritura sea más claro, simple y, desde luego, mucho más eficiente.
Si te dedicas a crear contenidos seguro que te vas a sentir identificado con la siguiente situación:
“Después de un trabajoso proceso de elección de tema, investigación, documentación y redacción, pones el punto final a un artículo del que a priori te sientes completamente orgulloso.
Como ya es tarde, dejas la primera revisión para el día siguiente.
Te levantas pronto y relees lo escrito y… ¡horror! encuentras un montón de cambios que hacer.
Tu artículo perfecto ya no lo es tanto y, de repente, hallas un montón de frases que solo son estruendos en ese texto que considerabas perfecto.”
Pues bien, esto no solo es normal, sino personalmente no conozco a ningún escritor al que no le pase.
De hecho, es una genial forma de detectar palabras inútiles o ideas que no se ajustan al mensaje de marketing que deseamos trasmitir.
Hacer una lectura del texto en voz alta puede asistirnos a hacer el proceso de edición más eficaz.
Con la edición también puede que aparezcan nuevos puntos de conexión.
Sí, esos de los que hablábamos en el punto 4.
Ya lo he mencionado a lo largo de este artículo, oír de forma activa y pedir opinión a aquellos usuarios que puedan estar interesados en nuestros contenidos nos va a ayudar a poner el foco en los temas que verdaderamente son de interés.
Y no sólo esto, también nos ayudará a limar aquellos defectos que los lectores hallen y que quizá se nos hayan pasado desapercibidos.
Hay que tener claro que una cosa es el marketing de contenidos y otra muy diferente el contenido específico para vender y, lógicamente, el redactor lo tiene que tener muy presente.
Con la mercadotecnia de contenidos comenzamos la conversación con el potencial cliente o bien con el usuario ya consolidado.
Sé sutil y no atemorices al lector que, de entrada, ya se dé perfecta cuenta de que estás procurando venderle algo.
Esto es un proceso de conquista y no una cita veloz.
El foco debe estar puesto en la audiencia y en proporcionarles valor para entretenerles, educarles o informarles.
No olvides que el contenido de marca está enfocado en la marca y la charla no es bidireccional como en el caso precedente, sino es de una sola dirección.
Комментировать | « Пред. запись — К дневнику — След. запись » | Страницы: [1] [Новые] |