Derechos y deberes humanos.
En toda convivencia humana bien ordenada y provechosa hay que establecer como fundamento el principio de que todo ser humano es persona, esto es, naturaleza dotada de inteligencia y de libre albedrío, y que, por tanto, el hombre tiene por sí mismo derechos y deberes, que dimanan inmediatamente. Estos derechos y deberes son universales e inviolables y no pueden renunciarse por ningún concepto.
Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están por naturaleza de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros. Así reza el primer artículo de la Declaración Universal de los Derechos Humanos adoptada y proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 10 de diciembre de 1948. Toda persona tiene todos los derechos y libertades proclamados en esta Declaración, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole.
Según esta Declaración todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y la seguridad de su persona. También todos tenemos derecho a recibir educación. La educación primaria y secundaria son obligatorios. La educación que imparte el estado será gratuita. Toda persona tiene derecho al trabajo. Todos tenemos el derecho de elegir el trabajo que queramos, siempre y cuando que sea legal. Además, tenemos derecho a la salud, es decir todos tenemos derecho a los servicos de salud que da el estado.
Según el artículo 18 toda persona tiene derecho a la libetad de opinión y de expresión. Este derecho incluye la libertad de cambiar de religión o de creencia, así como la libertad de manifestarla. Aunque podemos obsrvar muchos conflictos activos por motivos religiosos.
También todos tenemos derecho a la seguridad social. Así reza el artículo 25. Según este artículo toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado, que asegure a él y a su familia la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda. Tiene asimismo derecho a los seguros en caso de desempleo, enfermedad, invalidez, viudez, vejez u otros casos de pérdida de sus medios de subsistecia por circunstancias independientes de su voluntad.
Medio siglo después aquella Declaración nacida tras el horror de la Segunda Guerra Mundial es aun la gran utopia de humanidad. Son treinta artículos que de cumplirse darían lugar a un mundo civilizado, justo, libre, sin guerras, sin explotación del tercer mundo, sin racismo, ni hambre. Una mirada a la realidad demuestra que sólo una pequeña parte del planeta se acerca a este ideal de justicia, mientras el resto vive en la barbarie y la pobreza.
Hoy año 2008 y todos conocemos nuestros derechos, abusamos de ellos y olvidamos que existe un Segundo Capítulo que habla de los deberes humanos. Por ejemplo, tenemos deberes ante la sociedad. Toda persona tiene el deber de convivir con las demás de manera que todas y cada una puedan formar y desenvolver integralmente su personalidad. También existen deberes para con los hijos y los padres. Toda persona tiene el deber de asistir, alimentar, educar y amparar a sus hijos menores de edad, y los hijos tienen el deber de honrar siempre a sus padres y el de asistirlos, alimentarlos y ampararlos cuando éstos lo necesiten. Toda persona tiene el deber de adquirir a lo menos la instrucción primaria.
Hay un deber de sufragio. Toda persona tiene el deber de votar en las elecciones populares del país de que sea nacional, cuando esté legalmente capacitada para ello. Toda persona tiene el deber de obedecer a la Ley y demás mandamientos legítimos de las autoridades de su país y de aquél en que se encuentre.
Todos nosotros, como miembros de la sociedad, tenemos deberes de servir a la comunidad y a la nación, de pagar impuestos, de trabajar. Además, toda persona tiene el deber de no intervenir en las actividades políticas que, de conformidad con la Ley, sean privativas de los ciudadanos del Estado en que sea extranjero.
El cumplimiento del deber de cada uno es exigencia del derecho de todos. Derechos y deberes se integran correlativamente en toda actividad social y política del hombre. Si los derechos exaltan la libertad individual, los deberes expresan la dignidad de esa libertad.