Sí, es posible aprender inglés desde los 50 |
Carlos decidió dar el paso de apuntarse a una academia de inglés hace 4 años. Había planeado un viaje a Asia solo y quería, de una vez por todas, ser capaz de manejarse sin la ayuda de nadie. A Raúl nunca le había hecho falta el inglés pese a que trabaja en una consultora internacional, pero le apetecía sacarse esa espina de encima. Y Asunción, después de una carrera como maestra de filosofía, pretendía dedicarse a su faceta de directora, con lo que precisaba el inglés para moverse por los festivales internacionales. Los 3 tienen algo en común: se han lanzado a la aventura de estudiar inglés pasados los cincuenta años.
—sobre todo una lengua tan universalmente exigida como el inglés— es una cosa que se asocia con edades mucho más tempranas: las clases y los deberes en el colegio, los exámenes en el instituto, la necesidad depara incluirlo en el currículum al terminar la universidad… ¿Pero es posible iniciar desde cero a los cincuenta, sesenta o aun setenta? “Los lingüistas sostenemos que cualquier persona que conoce su lengua tiene el potencial de aprender no solo una, sino más bien múltiples más. Y en cualquier momento de la vida”, asevera definitivo Ramón Parrondo, filólogo y responsable de la red de centros y atención al usuario deen España. “El hecho de que las lenguas se comiencen a enseñar muy temprano no quiere decir que sea el único camino para llegar a ellas”.
Eso es lo que pensó Carlos Trenor hace cuatro años. Acostumbrado a viajar solo por el planeta, decidió apuntarse a clases de inglés cuando rozaba la cincuentena para exprimir al máximo la experiencia. “Cuando estás en el extranjero y me encuentro con personas de mi edad que no han hecho ese pequeño esfuerzo de aprender inglés, los ves muy perdidos y recluidos en sí mismos. Charlar inglés es una ventaja y no solo para los jóvenes”, explica mientras apura los últimos minutos ya antes de su clase para acabar los ejercicios que el profesor les ha pedido hacer.
Carlos encara sus clases sin temor ni vergüenza, aunque exactamente es el temor lo que se esconde detrás de las disculpas recurrentes que dan quienes, en este conjunto de edad, se proponen estudiar inglés mas no se atreven a dar el paso. “Se dicen a sí mismos que no pueden, que están demasiado mayores para esto… pero cuando empiezan, enseguida se dan cuenta de lo rápido que aprenden”, asegura Simon Thorley, director de los. En sus clases tienen alumnos aun de 80 años y si bien cada vez reciben más estudiantes de entre veinte y 25, Thorley asegura que en los últimos años, especialmente a partir de la crisis, también han aumentado los de las franjas de mayor edad: “Buscan sobre todo consolidar su trabajo y sus perspectivas, ser competitivos en el mercado laboral”.
Aunque muchos comparten con los jóvenes esa motivación laboral, no es la única razón que les lleva a apuntarse a clases de inglés. En la escuelatienen desde hace una década conjuntos sénior, específicos para alumnos mayores de cincuenta y cinco años que deseen aprender entre compañeros de su edad; su motivación es sobre todo social. “Tenemos alumnos de más de 50 años en los cursos generales, que van con una motivación muy específica, normalmente laboral o académica. Mas en las clases sénior los estudiantes acostumbran a ser gente jubilada o bien prejubilada, con más tiempo de ocio, que desean dedicar ese tiempo a una actividad cultural”, explica Kate Pickering, su directiva. La cifra ya es de ochenta alumnos y medra cada año.
Simon Thorley, director de los cursos para adultos del British Council, suma tres décadas de enseñanza del inglés. Desde su experiencia, lanza cinco consejos para los mayores de cincuenta que quieran comenzar a estudiar inglés (o reanudarlo) a esta edad:
1. Haz poco y en pequeñas dosis.“Haz algo todos y cada uno de los días con el idioma. Escucha, lee, repasa las notas que has tomado en clase, busca webs en inglés sobre tus aficiones… Pero debe ser todos los días. academia ingles valencia es muy importante”.
2. Ten en cuenta que la forma de aprender idiomas es distinta.“La enseñanza del inglés ha alterado mucho en los últimos años. Hemos apartado la enseñanza de la gramática para movernos hacia un enfoque sociable. Esa es la clase que necesitas: una en la que puedas aprender a hacer cosas con el idioma”.
3. Toma notas en clase.“Es fundamental. Muchos jóvenes llegan a clase, escuchan y participan, pero no toman notas. Y repásalas después”.
4. El objetivo es comunicar.“No aguardes a que llegue la oportunidad perfecta para charlar. Toma la palabra y salta. Cuanto antes muestres de lo que eres capaz, ya antes puede el maestro comenzar a ayudarte”.
5. Disfrútalo.“De esa forma, tendrás ganas de regresar a clase. Si uno no disfruta de aprender inglés, terminará rechazándolo”.
Para progresar en el trabajo o reengancharse al mercado de trabajo, para viajar, para conocer gente nueva… y también, sencillamente, por las ganas de aprender más. A Jesús Arriaga, de 58 años, lo que le mueve para estudiar inglés es su “hambre cultural”. Acaba de finalizar un curso intensivo y ya se prepara para aprobar el Advanced, la certificación de nivel avanzado que da la Universidad de Cambridge. “Aunque perdemos ciertas cualidades mentales, ganamos otras. Somos más creativos, por ejemplo”, explica este abogado, que desde el momento en que cumplió los 40 ha estudiado cuatro carreras universitarias y fundado. Ahora se aplica a fondo con el inglés. “Yo he explotado de mayor. A esta edad tenemos más técnicas para aprender. Yo contribuyo activamente a fin de que el maestro haga un buen trabajo conmigo”.
Esa motivación es lo que distingue a los pupilos de más edad en el sala. Especialistas y profesores señalan que acostumbran a tener sus objetivos muy claros y que exprimen al máximo el tiempo que pasan en clase. En contraste a los jóvenes, que acostumbran a ver el estudio del inglés como una obligación, los adultos en esta edad enfocan su aprendizaje como una decisión voluntaria. Su experiencia vital y profesional les aporta otra ventaja. “Es un placer lo que traen a clase con su experiencia y su buena actitud. Acostumbran a venir para gozar y compartir, y no solo para recoger”, asegura Jeff Locey, director de estudios de la academia. Y si bien muchos acudan a clase por razones de ocio o personales, es de forma perfecta posible alcanzar un nivel avanzado a esta edad si se invierte el suficiente tiempo y esfuerzo en ello.
Pero atreverse a estudiar inglés pasados los 50 no está exento de obstáculos. Las barreras culturales o el sentido de la vergüenza acostumbran a aparecer al comienzo, que es en especial duro para quienes jamás han tocado el idioma o bien, si lo hicieron, fue hace tres o cuatro décadas, cuando la enseñanza de lenguas extranjeras era plenamente diferente. El foco ya no está en aprender la gramática, sino que el método que prevalece es el comunicativo: comenzar a hablar en inglés desde el primer segundo.
En sus primeras clases, a Raúl Sánchez, de 53 años, le costaba seguir el hilo. “Al principio tu resistencia a la frustración tiene que ser muy alta”, advierte. Empezó a estudiar inglés hace 2 cursos, también por el hecho de que quería poder viajar solo. “Un adulto precisa herramientas muy prácticas”, opina. “Es un tanto contradictorio pues, por el aprendizaje que hemos tenido anteriormente, estamos habituados a la figura del profesor… pero debe ser un género de maestro diferente del que estamos acostumbrados. Con mucha energía, pero también con mucha paciencia”.
Su generación, como repiten muchos pupilos de esta edad, es la de “los que vienen del francés”. Ramón Parrondo, de Cambridge Assessment English, lo explica: “El parteaguas de la enseñanza de lenguas extranjeras en España se produce entre los nacidos en mil novecientos sesenta y dos y 1965: antes de eso están los de ‘yo soy de francés’ y, a partir de entonces, se generaliza el aprendizaje del inglés en la enseñanza reglada”. Las cantidades lo secundan: el diecinueve por cien de los españoles de entre cincuenta y cinco y sesenta y cuatro años sabe inglés, según la más reciente Encuesta sobre la Participación de la Población Adulta en las Actividades de Aprendizaje del Instituto Nacional de Estadística, frente al 33,5 por ciento de los que tienen entre cuarenta y cinco y cincuenta y cinco años (y lejísimos del sesenta y nueve por cien de los jóvenes entre 18 y veinticuatro años).
Al margen de las motivaciones de ingles intensivo , otro aliciente para estudiar son las ventajas que para el cerebro tiene estudiar inglés a una edad adulta. La mente se ejercita con esta actividad y, por servirnos de un ejemplo, según estudios científicos, aumenta la densidad de la materia gris, se registra más actividad en ciertas regiones del cerebro y también, aun, ciertas investigaciones apuntan que estudiar un segundo idioma puede retrasar más de 4 años la aparición de enfermedades como el alzhéimer y la demencia. “Aprender un idioma te permite ejercitar el cerebro, adiestrar su flexibilidad”, explica Giorgio Iemmolo, directivo académico para Europa de . “Es como practicar deporte para sostener un modo de vida saludable. Y esa es una ventaja enorme que no solemos tener en cuenta”.
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